Benidorm acoge un gran mosaico de ciudadanos de diferentes países, que al vivir alejados de sus lugares de origen, se sienten desplazados culturalmente, por lo que es preciso crear una infraestructura para que el ciudadano europeo pueda acceder a «su cultura» con independencia del lugar donde resida.
Con estos parámetros surge la «Biblioteca Europea de Benidorm», un centro cultural que atiende bibliotecariamente en los diferentes idiomas y que permite, por medio de las actividades de extensión cultural, conseguir una integración plena y efectiva a todos los colectivos extranjeros.
Así en el año 2000, el Ayuntamiento de Benidorm, en colaboración con la Dirección General del Libro, Archivos y Bibliotecas, inauguraron la primera «Biblioteca Europea de la Comunidad Valenciana».
Modelo bibliotecario
Establece la firma de convenios de cooperación bibliotecaria con los Ministerios de Cultura de los diferentes países, integrando la Biblioteca Europea dentro de sus propios Sistemas Bibliotecarios.
Por medio del citado convenio, se regulan los derechos y obligaciones de ambas partes, así como los objetivos a cumplir. Del mismo modo el incremento bibliográfico es competencia de cada país.
El Centro establece un espacio donde ubicar las diferentes estructuras bibliotecarias, adaptándose a las necesidades e intereses de los residentes de cada nacionalidad.
La Biblioteca Europea
Tiene una función de intermediación entre los diferentes países y sus lectores, y está diseñada conforme a estructuras bibliotecarias independientes (países e idiomas) dentro de un mismo concepto unitario (integración europea). Se trata de crear pequeñas bibliotecas nacionales dentro de un centro internacional.
A la prensa y revistas recibidas desde los países de origen, hay que incorporar la que se edita periódicamente en la zona.
La atención que se debe prestar a las distintas bibliotecas, es un asunto de gran importancia, así bajo la idea de que se presta mayor confianza y atención ante un compatriota, es suficiente con la participación de los residentes de la zona como un elemento más de integración.
Al hablar de integración efectiva entre los diferentes colectivos se hace necesaria la existencia de una biblioteca española para los residentes, cuyo fondo bibliográfico tiene, lógicamente unas características especiales, puesto que el público lector a quien debe servir, es muy singular.
Un elemento importante es que los escolares, hijos de ciudadanos no autóctonos, a la larga pierden todo contacto con su cultura de origen, adaptando sólo en parte, la del nuevo lugar de residencia.
Así habrá que establecer la posibilidad de crear bibliotecas infantiles-juveniles a disposición de los hijos de estos colectivos y también, muy importante, de los centros escolares internacionales de la Comunidad, con un práctico servicio de préstamo.
Dentro de una organización bibliotecaria de este tipo, es importante desarrrollar un programa de extensión bibliotecaria y cultural.
Se pretende la organización de diversas actividades para difundir las culturas de los diferentes países, entre las que estaría también la española y por supuesto la autóctona valenciana, de modo que se fomenta la integración.
Igualmente, hay que establecer contactos con los colegios internacionales para programar actividades culturales complementarias, dando a conocer la importancia de pertenecer a su país y relevancia del país en el que viven, estas jornadas serían importantes para ir introduciendo el hábito de la convivencia.
Es conveniente ir adecuando la actividad del centro a las necesidades que se producen en la propia sociedad. Para todas las actividades programadas por la propia biblioteca o por el centro, es fundamental la presencia de traductores que eliminen las barreras lingüísticas.