En la atención que la Caja ha prestado siempre al patrimonio cultural, y por ello a los intelectuales que lo han enriquecido, figura de forma permanente y destacada Gabriel Miró. Los ejemplos de esta dedicación al admirado escritor se suceden.
En 1953 se inauguró la Biblioteca Gabriel Miró. Tres años más tarde, transcurridos veinticinco de la muerte del ilustre escritor, la Caja instituyó, en su memoria y para promover las vocaciones literarias, un premio que comenzó con el título «Biblioteca Gabriel Miró», y que tras sucesivas etapas adquirió el actual de Concurso de Cuentos Gabriel Miró.
Diversidad de Premios
Las convocatorias de 1955 a 1959 se realizaron con distintos temas y géneros literarios.
En la primera José Bauza Llorca obtuvo el premio de descripción de paisaje con su obra Finestrat y Ginés Alberola Rodríguez con su trabajo Significación y alcance cultural de la Caja de Ahorros del Sureste de España.
En 1956 se concedió un premio extraordinario a Juan Hernández Fernández; fueron asimismo premiados Jose de Jódar Merlo por su obra Carmen, José Vicente Romeu por La foguera de les ánimes, Jesús Carrión Ruiz por Murcia desde la Fuensanta, y Rafael Azuar por Los Palmerales de Elche.
En 1957, con la modalidad de novela corta, se otorgaron dos primeros premios a las obras Un agujero en la luz, de Enrique Cerdán Tato y a El sereno loco, de Francisco Alemán Sainz. En 1958 la modalidad continuó siendo novela corta y se concedió un solo premio a Vida y obra de Numérico Sánchez, de José Vicente Mateo, y en 1959 el premio se otorgó a Fiesta en la aldea, de Eduardo Trives.
Con el inicio de la década se introducen grandes innovaciones: la modalidad cuento adquiere carta de naturaleza en el Concurso, y con tal proyección que el Premio «Gabriel Miró» se convertiría en el galardón ambicionado por noveles y famosos de la narrativa española.
Asimismo, el ámbito de la convocatoria que se habia circunscrito a la demarcación operativa de la Caja (Alicante y Murcia), se transformó en nacional. A partir de 1968 comenzaron a recibirse originales del extranjero, especialmente de países americanos. El carácter internacional quedó plenamente consolidado desde 1982 en el que se recibieron obras de veintidós países.
El interés despertado por el Miró lo manifiesta la creciente calidad literaria de obras presentadas y que, pese a sus modestas dotaciones económicas, el número de obras recibidas anualmente ha superado varias veces las mil quinientas.
Biblioteca Gabriel Miró: evolución
En 1972 la Caja inauguró en su Centro Cultural de Alicante unas modernas y amplias instalaciones a las que trasladó la Biblioteca Gabriel Miró, ofreciendo con ello un espacio más adecuado para acoger el creciente número de usuarios a los que se les proporcionaba mayor confort y posibilidades para el estudio y la investigación.
En 1981 Olimpia y Emilio Luengo Miró, nietos del escritor, realizaron la valiosa donación de los libros, mobiliario del despacho y objetos que pertenecieron a Miró.
Con todo ello se recreó el espacio íntimo de trabajo del escritor y con el nombre de Despacho-Biblioteca de Gabriel Miró se integró en las instalaciones generales de la Biblioteca.
En 1992 se realizaron nuevas mejoras en las instalaciones y se dotó de nuevo equipamiento al centro que cuenta con más de 89.000 libros e importantes fondos documentales, conformando un rico patrimonio intelectual.
En febrero de 1994, Olimpia y Emilio, herederos de Gabriel Miró, depositaron en la Biblioteca la documentación personal y literaria del escritor, que habían custodiado celosamente durante sesenta y cuatro años.
Miles de escritos originales, en buena parte inéditos, y un epistolario con intelectuales, siendo objeto de catalogación y especial tratamiento para la conservación en su depósito definitivo.
En 1995 se creó la Cátedra Gabriel Miró con la finalidad de promover y asesorar las actividades en torno a la vida y obra de Miró.
Fruto de las propuestas de la Cátedra se organizó para finales de 1997 una gran exposición y el I Simposio Internacional sobre el autor de Años y leguas.
(Manuel Sánchez Monllor, Secretario del Jurado del Concurso de Cuentos Gabriel Miró)
PREMIOS GABRIEL MIRÓ 1960-1996
1960 – Ricardo Doménech – El bracero
1961 – María Martínez del Portal – Me acuerdo
1962 – Ernesto Contreras – Un día de este invierno ; Joaquín Herrero de Olano – Peter María Strind.
1963 – Gonzalo Fortea – Vuelta al hogar.
1964 – Francisco Umbral – Tamouré
1965 – Carlos Murciano – El viejo
1966 – Félix Grande – El perro
1967 – Alfonso Martínez Mena – Echar la vida a gatos
1968 – Vicente Soto – La prueba
1969 – Julián Ríos – La segunda persona
1970 – Tomás López Ramires – Cordial magia enemiga
1971 – Rafael Gisbert – Dos o tres discos de Carlos Gardel
1972 – Juan A. Pérez del Valle – Un pájaro, un cedro, una bocanada de aire
1973 – Manuel Girón – La llave inglesa
1974 – Antonio Núñez – El solitario muchacho de la gasolinera
1975 – Rodrigo Rubio – Vida y muerte de una extraña flor
1976 – Alfonso López Gradolí – Las doce y media, la una menos diez
1977 – Antonio Segado del Olmo – Largo trayecto
1978 – Jose Mª Álvarez Cruz – Grecia
1979 – Manuel Alonso Alcalde – Noche de gatos y bombas
1980 – Salvador García Jiménez – ¿Qué haré con tus rosas? ; Pedro Quintanilla Buey – El vaho
1981 – Blanca Andreu – La casa era una yegua antigua y buena
1982 – Francisco Ruiz Ramón – Missis Adams, pitonisa
1983 – Julio Escoto – Abril, antes del mediodía
1984 – Juan García Abellán – Se ha fugado Ana de Prusia.
1985 – Jose María Pérez Álvarez – Nueve de abril
1986 – José Antonio Panero – Malos días nos dio Dios
1987 – José Fernández Cavia – Dicen que el hombre
1988 – Santiago Beruete Valencia – Ornitomancia vernácula
1989 – Ana Vicandi Díaz – Siete vertical
1990 – Antonio Alberola i Doló – Entraban hadas
1991 – Pura Azorín Zafrilla – Tiempo de inocencia
1992 – José Antonio Illanes Fernández – El diablo en la batalla
1993 – Joaquín Ruibo Tovar – Tempo
1994 – Antonio Luis Vera Velasco – Las orquídeas de Byron
1995 – Montserrat Cano Guitarte – Retrato de la felicidad
1996 – Eduardo Alonso – Los estorninos