Humanista y gramático español. Su nombre deriva de Lebrija que él traducía en sus escritos como Nebrissa, aunque su verdadero nombre era Antonio Martínez de Cala.
Realizó estudios en Salamanca; hacia 1460 se encaminó a Italia, donde estaban vivas las enseñanas de L. Valla muerto hacía poco tiempo.
Nebrija y la gramática
Nebrija aparece ya en su juventud con ese afán enciclopedista de conocimientos característicos del humanismo. Al volver de Italia estuvo tres años al servicio de Alfonso de Fonseca, arzobispo de Sevilla, para pasar luego a la cátedra de retórica y gramática de Salamanca; de allí marchó a investigar bajo el mecenazgo del Maestro de Alcántara, Juan de Zúñiga.
Fue cronista real y encargado por Cisneros de la revisión de las versiones de los textos latinos y griegos de la Políglota; en 1509 volvió a Salamanca, pero ciertos disgustos con motivo de la provisión de una cátedra le hicieron aceptar en 1513 una cátedra de retórica en Alcalá.
Todos los libros e investigaciones de Nebrija constituyen un reflejo de su postura humanista: se procupa por los comentarios críticos de textos y sobre la fijación de textos bíblicos, problemas que le llevaron a escribir sus Quinquagenae y la Apología; redacta un Lexicon iuris civilis; investiga por primera vez en arqueología en su obra Antigüedades de España (1499); se preocupa por la pedagogía en De liberis educandis, además de publicar sobre histórica y retórica.
Pero la gran preocupación de Nebrija es la filología, campo al que dedica sus obras más importantes; escribe sus Introducciones latinas (1481) para enseñar racionalmente latín, además de tentar el camino de la lexicografía latinoespañola en su Dictionarium (1492), el mismo año que un impresor desconocido de Salamanca publicaba su Gramática de la lengua castellana.
La Gramática era el primer intento en lengua vulgar de reducir a reglas, a la manera de las lenguas clásicas, una lengua romance, aunque no advierta la enorme diferencia entre las lenguas muertas y las lenguas vivas en continua evolución.
Contiene un «prólogo»introductorio, donde se plantean problemas teóricos y cinco apartados o «libros». (1º Partes de la Gramática y la Ortografía ; 2º Prosodia y Sílaba ; 3º Etimología – Partes de la oración ; 4º Sintaxis y Estilística ; 5º Instrucciones para los extranjeros que quieran aprender castellano).
Uso del Castellano
Parte Nebrija del intento de fijar el uso del castellano en todos los aspectos, con un fin en gran parte político, puesto que concibe a las lenguas «compañeras de imperio»: al auge político de un país corresponde el auge y progreso de una lengua y la caída de una nación trae también el desmoronamiento de la lengua correspondiente.
Concibe el castellano como un producto de la corrupción del latín y solo acepta como palabras castizas las que proceden de esa lengua, tema que será una de las causas de los ataques de J. de Valdés, que admite como vocablos castellanos los de uso común, sin investigar su origen. Tiene la Gramática brillantes hallazgos, como la distinción entre sonido y letra, la clasificación distribucional de los sonidos y sus noticias sobre pronunciación española a finales del siglo XV.
El arte de Nebrija
Descubre el origen «por rodeo» del condicional y del futuro románicos; analiza el papel que los elementos lingüísticos desempeñan en la composición de la obra literaria, sobre todo la función de la sílaba en verso.
El Arte de Nebrija, resumido a principios del siglo XVII por el padre Luis de la Cerda, será la base de los conocimientos gramaticales del siglo de oro. Publicó, además, en 1517, un manual importante, Reglas de Ortografía Castellana.
UNA MAGNIFICA RESENA DE LA GRAMATICA DE NEBRIJA