¿Qué diferencias existen entre las bibliotecas virtuales y las bibliotecas digitales?, ¿son términos sinónimos o existen diferencias entre ellas? Hay autores que prefieren denominar a la biblioteca electrónica, virtual o digital, no como biblioteca sino como un sistema digital de acceso a la información, debiendo ser un punto de encuentro entre todos los profesionales de la información.
Sin embargo, parece que, independientemente de la mutua colaboración que debe existir entre profesionales, se van aclarando los conceptos, tendiendo los autores a diferenciar ambos términos.
Concepto, características y clases
Siguiendo a Enrique García y Luis Ángel García Melero, la diferencia entre una biblioteca digital y una biblioteca virtual es que la primera se orienta principalmente a la formación de colecciones digitales y a su conservación y el segundo a la búsqueda de información bibliográfica, datos y documentos digitales para atender las demandas informativas de los usuarios.
Siguiendo al Digital Library Programme de la British Library se define la biblioteca digital como «institución que mediante el uso de tecnologías digitales adquiere, almacena, conserva, cataloga y ofrece a los usuarios información en forma digital o digitalizada, a partir de los documentos existentes impresos audiovisuales u otros».
Existen varios criterios para clasificar estas bibliotecas digitales. Por razón del formato de los documentos estas bibliotecas pueden ser de archivos de texto, archivos de audio, de imágenes, de vídeo o combinaciones de ellos que se suelen llamar multimedia.
La gran mayoría de las bibliotecas digitales ofrecen la posibilidad de descargar la información en formato texto, incluyendo también imágenes, pero aun éste difiere entre sí, pudiéndose presentar en texto plano como el Proyecto Gutemberg, la primera biblioteca digital, del que hablamos anteriormente, o en formato html, PDF, Word, WordPerfect, etc.
Las hay especializadas en archivos de imágenes, como el de fotografías de la Biblioteca del Congreso de EEUU, o archivos de audio como la Biblioteca de Voces de la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Por razón del contenido de los documentos podemos encontrar bibliotecas digitales de interés general, como la Biblioteca de la Universidad Oberta de Cataluña o bibliotecas especializadas, de autores clásicos de la literatura española y latinoamericana como la Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
Por razón de la accesibilidad que ofrecen a los recursos y servicios, las bibliotecas digitales pueden ser bibliotecas públicas o de libre acceso a los mismos, bibliotecas privadas o de acceso restringido o, lo que es más corriente, semipúblicas, cuyos recursos están algunos en libre acceso y otros en acceso restringido a sus propios usuarios, como la Biblioteca de la Universidad de Sevilla y la mayoría de las bibliotecas universitarias españolas, en su estado aún de bibliotecas híbridas.
Funciones de las Bibliotecas Digitales
El paso de la biblioteca tradicional a la digital o la convivencia de ambas es lo que se llama biblioteca híbrida que supone una adaptación profunda en la gestión de nuevos documentos digitales.
Esta gestión mira principalmente al desarrollo de las colecciones digitales y su control.
A) Gestión y desarrollo de las colecciones digitales. Es este uno de los aspectos fundamentales que se plantea a las bibliotecas digitales, porque a los problemas tradicionales de la adquisición y conservación de los fondos digitales, se añade el problema económico a la hora de convertir o transformar las colecciones impresas en digitales y los aspectos legales que plantea la propiedad intelectual. ¿Qué fondos digitales deben adquirirse?
Todos los autores nos hablan de la adquisición de bases de datos y revistas electrónicas, sugiriendo la necesidad de dialogar con autores y editores para llegar a un acuerdo que permita obtener o convertir en formato electrónico la colección de libros que hasta ahora se tienen impresos y los audiovisuales, para que puedan ponerse en la red y lleguen a un número mayor de usuarios.
B) Control bibliográfico. Los fondos u objetos digitales que hay que controlar serán las colecciones de documentos almacenados en forma digital y accesibles en línea mediante la red internet: textos de libros, revistas, tesis, imágenes, audio, paquetes de software, de objetos interactivos y de páginas web que la misma red ofrece.
Siguiendo a E. García Camarero y L.A. García Melero, la información que debemos identificar a un documento electrónico se puede reunir en los siguientes grupos de datos: bibliográficos, relacionados con el entorno operativo, relativos al procedimiento técnico de acceso, condiciones de utilización conservación y ubicación.
Datos bibliográficos, hay que tener en cuenta la adaptación de las normas internacionales catalográficas a esta clase de publicaciones, es decir: la Guía para el uso del campo 856 del formato MARC, las ISBD y la segunda parte de las normas ISO 690, que habla de las citas bibliográficas y referencias de documentos electrónicos.
Entorno operativo, los datos que se deben indicar describirán el equipo físico: las características del ordenador, su capacidad de memoria interna, etc. y los programas informáticos para consultar la publicación digital.
Procedimiento técnico de acceso consignarán el servicio o programa cliente de la aplicación de Internet que se necesita para acceder y consultar su contenido, la dirección IP del ordenador servidor, la necesidad o no de contraseñas, el tamaño del fichero, etc.
Condiciones de utilización deben especificarse también claramente, tanto las restricciones impuestas por los editores, para proteger sus derechos de propiedad intelectual como también las relativas a las dela propia institución.
Conservación, el informe de la Comisión Europea de 1996, recomienda la necesidad de copiar la información en un nuevo soporte para asegurar la disponibilidad de estos materiales para las generaciones futuras.
Por último, la ubicación física de la publicación digital dependerá de si es un documento impreso que ha sido digitalizado o es una publicación digital adquirida y si tiene fuera de línea o en línea.
En éste último caso siempre será necesario indicar en el registro la dirección electrónica del original y consignar su URL, con la indicación de la fecha del volcado.
Servicios de las Bibliotecas Digitales
Dado que la Biblioteca Digital puede integrar fácilmente a la biblioteca virtual todo lo dicho referente a los servicios bibliotecarios de las bibliotecas virtuales es aplicable a las digitales.
Como particularidad cabe señalar su acceso. Mientras en las bibliotecas virtuales todo es de libre acceso, en las bibliotecas digitales no siempre es así.
El usuario podrá acceder libre y grauitamente a muchos servicios de la biblioteca digital, a través del OPAC de la misma, pero tendrá restringido su acceso a muchos otros.
El acceso restringido podrá ser de dos formas: mediante el reconocimiento de la IP de los ordenadores o mediante un registro de usuario, cuya finalidad es identificar, con nombre y contraseña, a todos los usuarios que pretenden conectarse para consultar determinados servicios.
Algunos registros de usuarios son gratuitos y sólo persiguen el obtener un fichero estadístico de los visitantes, semejante a los servidores que ofrecen correo electrónico gratuito. La mejora en el acceso al documento es una de las mejores aportaciones de internet al ámbito bibliotecario y uno de los servicios más apreciados por los usuarios.
Ejemplo de Bibliotecas Digitales
Existe una gran variedad de bibliotecas digitales, algunos ejemplos pueden ilustrar con mayor amplitud lo dicho anteriormente.
Una enumeración más exhaustiva de las mismas nos la ofrecen Ángela Sorli y José Antonio Merlo en los artículos citados en la bibliografía.
a) Bibliotecas digitales nacionales. Las bibliotecas nacionales van organizando proyectos para el desarrollo y conservación digital de sus colecciones nacionales. La mayoría de ellas están integradas en el proyecto Bibliotheca universalis.
Este proyecto lo crearon e impulsaron los miembros del G-7, el grupo de los países más industrializados del mundo, a los que se añadió en 1995 la Comisión Europea. Memoria hispánica es el nombre genérico del proyecto de digitalización de la Biblioteca Nacional. Su objetivo es poner a disposición de los lectores una selección de los documentos más importantes custodiados en la Biblioteca Nacional.
Actualmente cuenta con el Archivo Digital de Manuscritos y Textos Españoles que comprende la digitalización de 63 incunables de la Biblioteca Nacional y están editados en CD-ROM; Heráldica, que contiene los textos escaneados del principal repertorio genealógico de España, y la Colección Clásicos Tavera que tiene como objetivo el reproducir digitalmente en 150 volúmenes de CD-ROM más de 5.000 obras impresas durante los siglos XVI-XIX, consideradas como fuentes básicas para el conocimiento de la historia de España, Portugal, Iberoamérica y Filipinas.
b) Bibliotecas digitales con colecciones generales. La más importante entre ellas son: el Proyecto Gutenberg, la Berkeley Digital Library Sunsite y la empresa Sun Microsystems. Inciada en 1996, pueden consultarse actualmente unos 2.000 manuscritos medievales y renacentistas, medio centenar de textos clásicos grecolatinos, europeos y norteamericanos y más de 7.000 imágenes.
La Electronic Text Listing o Archivo de Bralyn recoge 1.892 textos digitalizados sobre literatura, poesía, miscelánea y referencia, preferentemente de obras anglosajonas.
c) Bibliotecas digitales de textos españoles. La Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes es el proyecto español más importante de biblioteca digital. Es una iniciativa de la Universidad de Alicante y del Banco Santander Central Hispano, que pone a disposición de los usuarios de Internet más de 30.000 obras del patrimonio bibliográfico español y latinoamericano.
Junto a esta iniciativa la Universidad de Alicante y el Instituto Joan Lluís Vives también tienen el proyecto de la Biblioteca Virtual Joan Lluís Vives con el propósito de ofrecer las obras capitales del patrimonio cultural catalán. En Argentina, la Asociación de Bibliotecas Rurales ofrece la Biblioteca Virtual Universal donde recopila textos en html de autores de todo el mundo, particularmente españoles y latinoamericanos.
El Aleph. Esta biblioteca virtual, que toma su nombre del famoso cuento de Borges, es un proyecto de profesores argentinos, aunque tienen su servidor en Toronto (Canadá), y abarca tres modalidades: la biblioteca digital, que pone gratuitamente a disposición de los usuarios de internet 1.274 libros en castellano y 18 textos en inglés; el de librería comercial y el de editorial, ofreciéndose como editora de obras inéditas para publicarlas en Internet.
Biblioteca digital GRISO (Grupo de Investigación sobre el Siglo de Oro), patrocinada por la Universidad de Navarra, pone a disposición obras de los clásicos españoles del Siglo de Oro, entre ellos: Cervantes, Lope, Calderón, Tirso de Molina, Quevedo.
Proyecto de Ensayo Hispánico, es un repertorio ibero e iberoamericano de ensayistas y filósofos, integrado por antologías de textos, estudios introductorios y críticos de medio centenar de autores de España, Iberoamérica y EE.UU. creado y mantenido por Jose Luis Gómez Martínez.
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